La Basílica Menor de San Sebastián es una joya arquitectónica en la ciudad de Diriamba. La construcción de esta edificación emblemática comenzó el 27 de diciembre de 1891, marcando el año del «Renacimiento» de la ciudad. El presbítero Thomas R. Altamirano encargó el proyecto y colocó la primera piedra de lo que se convertiría en una de las iglesias más hermosas de Nicaragua.
El arquitecto italiano Mario Favilli fue el encargado de llevar a cabo esta obra maestra y más tarde diseñaría la escultura del monumento poético a Rubén Darío. La construcción duró 48 años y se utilizaron más de 9,000 piedras de media vara.
Historia Según la historia de Diriamba, la Basílica Menor de San Sebastián es la sexta iglesia construida en la ciudad. En ese mismo lugar, anteriormente, se encontraban otras iglesias construidas con «Taquesal» (paredes de madera rellenadas con paja).
El 28 de octubre de 1964, gracias a las gestiones del Arzobispo de Managua, Vicente Alejandro González y Róbleto, el Papa Pablo VI elevó la parroquia de Diriamba a la categoría de Basílica Menor. En ese momento, el reverendo padre Manuel Salazar Espinoza era el párroco.
Características de la Basílica San Sebastián
Interior de la Iglesia La Basílica cuenta con tres naves, una cúpula y dos torres. En el techo de la cúpula y a lo largo de las paredes de la nave principal se encuentran hermosas pinturas bíblicas. Estas obras de arte fueron realizadas por el austriaco Juan Fusch Holl en 1958. Entre las pinturas se representan el martirio de San Sebastián, el Niño Jesús en medio de los doctores, Pentecostés, Jesús calmando la tempestad, entre otras escenas.
El interior de la Iglesia también destaca por su púlpito tallado en madera, donde se pueden apreciar esculturas de los cuatro evangelistas: San Marcos, San Lucas, San Mateo y San Juan. El Altar Mayor, elaborado en mármol, es una verdadera obra de arte. Las dos torres albergan cuatro campanas que producen sonidos clásicos que se escuchan en toda la ciudad.
En su exterior, la iglesia muestra su arquitectura colonial, y la figura de San Sebastián en su cúpula resalta en el paisaje de Diriamba. La Basílica es un verdadero museo de arte y belleza.